Sala de Prensa

05/04/2007

Día Internacional de la Mujer

Columna de Pedro Casanueva Werlinger, Defensor Regional de Antofagasta. Publicado el martes 3 de abril en El Mercurio de Antofagasta

El 8 de marzo universalmente se conmemora el día internacional de la mujer. Hace muchos años, mujeres trabajadoras defendieron con su vida el derecho a vivir en una sociedad más justa. Promovieron el legítimo derecho a mejores condiciones laborales. Esa decisión valiente, implicó represión y muerte para muchas.

Hoy no resulta para nadie extraño trabajar codo a codo con mujeres en los más diversos ámbitos, en la industria, en el comercio, en la educación, en la agricultura, en el sector justicia, etc. Pero lo que hoy es tan evidente, ayer no lo era. Ha significado un proceso difícil y no exento de resistencias. Recordemos por ejemplo la lucha por el derecho a voto de la mujer en Chile. En aquella época voces se alzaban señalando que ello iba en contra de la naturaleza misma de la mujer, que su destino era su dedicación a la familia y a sus hijos, exclusivamente. Por suerte, la historia marcó un cambio, y hoy en día, el aporte de la mujer no tiene discusión e indudablemente allí donde se encuentran, contribuyen en la construcción de una sociedad más humana, equitativa y solidaria. En lo cotidiano, la riqueza interna de la mujer transforma los ambientes de trabajo y de participación, siendo ellos más gratos, amables y cálidos.

No podemos olvidar en esta fecha a muchas mujeres que se encuentran privadas de libertad en nuestra patria. Recordar que ellas sufren por sus hijos, sus familias y por el desarraigo que les afecta, Recordar que las causas profundas de su actual privación de libertad se encuentran, muchas veces, en condiciones dramáticas de desigualdad socio económicas, en situaciones de marginación cultural y económica. Detrás de una mujer encarcelada, hay también una vida, que pocos se interesan en conocer, marcada también por esfuerzos de superación que no han podido materializarse. En este día, hemos querido también mirar más allá de los muros y tratar de llegar a aquellas madres, esposas o hijas que sólo por algunas horas pueden abrazar a sus seres queridos.

Respecto de ellas, sin lugar a dudas hay tareas pendientes. La preocupación por las hijos e hijos de las privadas de libertad a través de un sistema potente de protección social, son temas que deben ponerse en el centro de la preocupación de la comunidad y del Estado.

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