Sala de Prensa

13/09/2024

Y ni siquiera había participado en la sustracción de las especies

Arriesgaba cinco años de cárcel por robo de once cajas de huevos

Luego de ser invitada por una amiga a ver carreras de autos, la imputada fue acusada de haber participado en un delito de robo en bienes nacionales de uso público. Su defensor público logró acreditar que no participó en el ilícito.

Por Julia Arriagada Márquez,
Defensoría Regional de Antofagasta.

La madrugada del 15 de enero pasado, la imputada F. A. M. G. recibió una invitación de una amiga para asistir a los llamados “piques”, que son carreras clandestinas de autos. Tras aceptar, llegaron a buscarla en un vehículo su amiga y tres sujetos desconocidos. Se subió en el lugar del copiloto y le anunciaron que antes de concurrir al destino previsto, pasarían a buscar unos polerones.

Despreocupada, siguió el rumbo señalado y, a poco andar, el vehículo se detuvo y en cuestión de minutos los sujetos cargaron seis cajas de huevos en el maletero y pidieron a la conductora acelerar al máximo. Poco después notaron que eran seguidos por Carabineros. La persecución se extendió por diez minutos hasta que el vehículo se detuvo y los demás ocupantes huyeron, dejándola a ella sin otra opción que enfrentar al personal policial.

Al momento de su aprehensión, la imputada de inmediato explicó a los policías lo que había sucedido. Que vio a los sujetos con los huevos y que luego huyeron, sin que ella pudiera descender del auto. Que todo fue rápido y que nunca vio lo que pasó realmente, es decir que los huevos fueron sustraídos desde un camión que fue forzado con herramientas para soltar los candados. Ella nunca vio todo eso.

JUICIO ORAL
En el juicio oral, el Ministerio Público pidió una pena de 5 años, más las accesorias legales y, entre las pruebas exhibidas, se contó un video de seguridad del estacionamiento en que se ubicaba el camión. En él no se vio en ningún momento a la imputada. Además, la propia víctima del robo declaró que vio solo a hombres cuando fue alertado, por los gritos de su nieta, de que estaban abriendo el camión.

Con estos antecedentes y con la declaración de la imputada, el defensor penal público Hugo León logró acreditar que ella no conocía la intención de los ocupantes del vehículo y que menos aún había participado del ilícito, en que el monto de lo sustraído equivalía a unos 40 mil pesos.

Además, la pareja de la imputada ratificó en estrado, como testigo de la defensa, que el día de los hechos la acusada le informó que saldría con una amiga a los llamados “piques” y que llegaría tarde, lo cual concordó con lo expuesto por la imputada.

Frente a estos antecedentes, el tribunal acogió la tesis de la defensa pública y resolvió absolver a la imputada, expresando que “dadas las gravísimas consecuencias que una pena injusta puede causar a quien la sufre y a la sociedad, particularmente en este caso, en el que no ha existido ninguna prueba que la vincule con la comisión del delito”.

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