Sala de Prensa

27/08/2024

Como dice el refrán, los imputados estaban en el lugar equivocado, en el momento incorrecto

Defensor público logró dos absoluciones por no acreditarse participación de sus representados

Hugo León Saavedra logró establecer que sus representados sólo fueron aprehendidos por delitos que fueron acreditados respecto de otros imputados, pero ellos no tuvieron participación alguna en los hechos formalizados.

Por Julia Arriagada Márquez,
Defensoría Regional de Antofagasta.

Sin conocerse previamente entre sí, dos hombres de Antofagasta -M.A.I.G. y C.A.A.V.- tienen dos cosas en común: a ambos el Ministerio Público los acusó de haber cometido delitos y, por otro lado, los dos fueron representados por el defensor público Hugo León Saavedra. Y a pesar que fueron absueltos de los delitos que se les imputaban, debieron enfrentar un proceso judicial por encontrarse en el lugar equivocado en el momento preciso.

Al primero de ellos lo llamaremos Alejandro. Está en situación calle y subsiste haciendo tareas de aseo en domicilios del sector donde vive, donde ya todos lo conocen. El 29 de marzo pasado cumplía labores de este tipo cuando llegó Carabineros, cuyos efectivos registraron el inmueble y encontraron diversos materiales de construcción que habían sido robados a una ferretería del sector. En el mismo lugar los policías incautaron, además, 62 gramos de pasta base de cocaína y 404 mil pesos.

Desde ese día la historia cambió para Alejandro, ya que fue detenido y formalizado por los delitos de receptación y tráfico ilícito de estupefacientes, por todo lo cual el Ministerio Público solicitó una pena de 3 años de presidio por el primer ilícito y de 800 días por el segundo, de modo que arriesgaba pasar más de cinco años privado de libertad si se demostraban los hechos en su contra.

Sin embargo, Hugo León Saavedra probó en el juicio oral que su defendido llegó a dicho domicilio pasado el mediodía, con la intención de hacer trabajos de aseo, mientras que quien vendió las especies robadas declaró que lo había hecho durante la madrugada. Además, Alejandro solo hizo aseo en el tercer piso, mientras que las especies fueron encontradas en una bodega del primer piso, en un inmueble que está distribuido entre distintos propietarios por piso.

Con la declaración del imputado, quien renunció a su derecho de guardar silencio, el defensor público logró acreditar que Alejandro no sólo fue sindicado por dos delitos en los que no tuvo participación alguna, sino que la única prueba en su contra era haber estado en el lugar equivocado al momento en que se realizó el procedimiento policial de entrada y registro, por lo cual el tribunal resolvió absolverlo de los ilícitos.

IBA A JUGAR FÚTBOL
Una historia similar le tocó vivir a C.A.A.V., a quien llamaremos Sergio. El 19 de marzo de 2021 este trabajador de la construcción se aprestaba para ir a jugar un partido de fútbol, pero antes debía ir a buscar unos repuestos para su moto. Un conocido de su trabajo, quien iba en un vehículo negro con otros dos sujetos, se ofreció a llevarlo. Sin pensarlo mucho y con deseos de ahorrar en locomoción, accedió y se subió al vehículo.

Tras pasar por los repuestos que necesitaba, el vehículo fue fiscalizado por Carabineros, quienes al sentir un fuerte olor a marihuana decidieron registrarlo, procedimiento en el cual incautaron diversas especies, como bolsas con marihuana, teléfonos celulares, un arma, una balanza y más de 800 mil pesos en efectivo.

Con estos elementos, los cuatro ocupantes del vehículo fueron detenidos y posteriormente formalizados por el Ministerio Público, como autores de los delitos de microtráfico de drogas, tenencia de armas y municiones. La Fiscalía solicitó para ellos una pena de 3 años y un día para los primeros ilícitos y de 541 días por el último.

De acuerdo con lo que logró acreditar el defensor público en el juicio oral, a Sergio no le encontraron ninguno de los elementos que suponen participación en los ilícitos. Sólo un bolso en el que portaba su notebook y el equipamiento deportivo que usaría para el partido. Además, fue el último pasajero en subir al vehículo, por lo cual no podía saber que en él se transportaban la droga, los celulares, el arma y el dinero.

Asimismo, los funcionarios de Carabineros que testificaron por la Fiscalía expusieron que quienes portaban las bolsas de marihuana eran los coimputados y que a Sergio no se le encontró especie alguna que fuera indicativa de su intervención en la actividad delictual.

A partir de ello, el defensor público logró establecer que sólo estaba probado el hecho de que su representado circulaba en el mismo vehículo que los restantes pasajeros. Con todos estos antecedentes, los jueces orales absolvieron a Sergio, pues su defensa pública logró probas que, como dice el refrán, también estaba “en el lugar equivocado en el momento incorrecto”.

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