Sala de Prensa

22/07/2021

Jornada de capacitación en la Defensoría Regional de La Araucanía

Trabajadoras sociales de defensa penitenciaria profundizan sobre su rol en los tribunales de conducta

El encuentro, desarrollado a través de la plataforma Zoom, estuvo a cargo de la defensora penitenciaria Giegliola Burgos, quien expuso en detalle la forma de trabajo de esa instancia y destacó la importancia de los profesionales del área social en el proceso.

Por Ana María González M.,
Defensoría Regional de La Araucanía.

Conocer el funcionamiento de los tribunales de conducta y el impacto de la labor de las trabajadoras sociales en dicho proceso fue el objetivo de una capacitación que desarrolló la defensora penitenciaria Giegliola Burgos y que convocó al equipo social del área penitenciaria de la Defensoría Regional de La Araucanía.

La instancia de autocapacitación fue coordinada desde la Unidad de Apoyo a la Gestión de Defensa (UAGD) y responde a una inquietud de las trabajadoras sociales penitenciarias, que buscan relevar su rol dentro de los procesos penales.

Para la relatora de la jornada, esta instancia es muy relevante, ya que permite conocer los procedimientos y la reglamentación que la norman: “Hoy la participación no es solo de los abogados. También participan en este proceso las trabajadoras sociales, por lo que es importante interiorizarnos sobre el contenido de la reglamentación existente, conversar cómo se está llevando en la práctica este tribunal de conducta, quiénes lo conforman, cuáles son los parámetros de evaluación, qué es lo relevante en cada proceso. Actualizarnos en cuento a los procedimientos, para poder hacer alegaciones pertinentes”, señaló Giegliola Burgos.

La trabajadora social, Paola Troncoso, encargada de la UAGD de La Araucanía, señaló que “la incorporación de la trabajadora social penitenciaria es súper importante en el proceso de los tribunales de conducta (…) Como profesionales cobramos un rol activo e importante en el proceso, velando siempre por los derechos y las garantías de nuestros representados", explicó.

Según la profesional, dentro de los tribunales de conducta les cabe realizar gestiones como recabar antecedentes, solicitar las nóminas con antelación a la fecha de sesión, ver la oferta programática que disponen los centros penitenciarios y el proceso de cada una de las personas que se están evaluando, lo que "cobra total sentido, complementando las acciones del defensor penitenciario”, señaló.

LAS TAREAS
Los tribunales de conducta tienen por objetivo verificar el cumplimiento de requisitos para que las personas privadas de libertad accedan a beneficios intrapenitenciarios, tales como salidas esporádicas para visitar a sus familiares en caso de enfermedad, accidente o muerte; salidas dominicales o de fines de semana y el beneficio de la libertad condicional.

“La Defensoría Penal Pública tiene la obligación de velar porque lo procedimientos que está aplicando Gendarmería respecto de este procedimiento de calificación estén conforme a derecho”, sostuvo.

Agregó que en el proceso de evaluación de conducta “toma suma relevancia la participación que pueda tener la defensa penitenciaria y el rol de la trabajadora social, porque hoy, por la reglamentación de la libertad condicional, la Defensoría puede tener participación con derecho a voz en las sesiones del tribunal de conducta”, aseguró.

La instancia sesiona cada dos meses y debe evaluar a todos los internos que cumplen condena. Para ello se conforma una comisión liderada por el alcaide del recinto penitenciario quien, junto a parte de su equipo de trabajo, califica aspectos como la conducta del postulante durante su vida intrapenitenciaria, su participación y desempeño en la escuela y, además, su calidad y productividad en aspectos laborales.

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